Si bien es cierto que Second Life es un desarrollo para el entretenimiento y cada vez más para los negocios electrónicos, podemos decir que su popularidad ha hecho pensar en el potencial de los mundos virtuales en la educación, tal como ha sucedido con los videojuegos.
Second life y los mundos virtuales en general son páginas web en tercera dimensión, que permiten a uno “adentrarse” en espacios digitales, así como un personaje de dibujos animados. Digamos que accedemos a un sitio a través de un “muñequito” o avatar que nos representa y que podemos configurar con un nombre y un aspecto físico distintos al nuestro.
Hasta aquí, ¿qué tema de nuestras clases se nos viene a la mente que podríamos enseñar utilizando mundos virtuales o interfaces y programaciones de videojuegos?
Un momento para pensar
Bueno, quizá es necesario saber un poquito más de ambas herramientas tecnológicas, pero aún así seguramente encontraremos maestros que digan que nos son necesarias, que ya existe el video, el audio, que el texto y las imágenes impresas son suficientes y tendrán cierta razón , pero también habrá quienes vislumbren que estas innovaciones son un recurso para atrapar a aquellos estudiantes que aprenden de una forma más visual y experimental.
Entonces, si nos quedamos con la última idea, podemos platicar sobre algunas propuestas educativas que han surgido a partir de la existencia de los mundos virtuales y apelando a las vivencias que los jóvenes protagonizan al jugar en Second Life y con diversos videojuegos, sobre todo aquéllos de estrategia y de rol.
Dos propuestas:
PowerUp: Es un juego de realidad virtual desarrollado por IBM en conjunto con TryScience/New York Hall of Science, que aborda temas relacionados con el calentamiento global. Lo interesante de este juego es que provee a los maestros una guía didáctica muy detallada para usarse con los chicos, así como sugerencias de planes de clase y material adicional para motivar los debates. Aunque esta guía está asociada al currículo de educación de Estados Unidos, bien valdría la pena revisarlo y, en su caso, adaptarlo al de nuestro país. Dado que está en inglés, podría ser una buena oportunidad par que los maestros de ciencias naturales e inglés trabajen juntos. ¿Cómo ven?
¡Protejamos el Agua!: “Es un recurso interactivo educativo sobre el agua, el medio ambiente y el saneamiento mediante el cual los jóvenes participan en una aventura de estrategia y supervivencia” (Según tríptico informativo) . Los jugadores deben resolver diversas situaciones de emergencia en un pueblo de África para solucionar la sequía que lo aqueja y tener agua potable. El juego está en tres idiomas incluido el español, así que trabajar con el maestro de inglés es una opción. La idea está muy bien desarrollada, apela al aprendizaje centrado en la resolución de problemas y se basa en el trabajo colaborativo. Quizá el único detalle que le encuentro es situarlo en un pueblo de África, pues refuerza el concepto de un continente muy débil cuando hay otros lugares del mundo, en países ricos y pobres que también padecen de la escasez del agua.
En general estas aplicaciones requieren recursos de cómputo que probablemente muchas escuelas no tengan, por eso les sugerimos a los maestros que les echen un ojo quizá en un café Internet y, de parecerles útiles, que se escapen con sus estudiantes también al café Internet para jugar y aprender algunos de los objetivos de las clases de ciencias naturales, física o de educación cívica.
Queda pendiente charlar sobre nuestra capacidad como país para desarrollar juegos como éstos o mejores, pero confío en que nuestros estudiantes al conocerlos queden sensibilizados para que desde temprana edad o como su futuro profesional se interesen por el cómputo y la pedagogía que posibilite el desarrollo de software educativo. Pero, también se valdrá decir que no hace falta desarrollar juegos interactivos para trabajar colaborativamente de forma presencial o a distancia.
La intención de este texto es ofrecer opciones de recursos educativos para elegir el que mejor convenga y dar variedad a nuestra práctica docente.
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